Acerca de El tiempo entre nosotros

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por Fernando Rubio

Acerca de El tiempo entre nosotros


Mis obras son un manifiesto permanente sobre la manera de encontrarnos y el espacio que ocupamos en relación a los otros. Una crítica constante a los aspectos más dispersivos de la época. A nuestros desencuentros y a nuestra pérdida del descubrimiento de la afectividad. A través de los relatos que incluyen en su poética una reformulación de los espacios y nuestra forma de habitarlos intento habilitar, cada vez, una forma de descubrimiento de lo que podemos construir, del alcance de nuestra potencia afectiva, de la importancia del silencio y de la palabra y también de lo desconocido. Así la obra poética se transforma en política, irradia posibles formas de entender quiénes somos, cuáles son nuestros lazos vinculares y qué podemos hacer con todo eso, ahora. En nuestro tiempo, con nuestro tiempo, con nuestro lugar, en este lugar.

-Acerca de la obra:
Alfred Hitchcok definió como MacGuffin aquél misterioso objeto de deseo que lleva al personaje a envolverse en diferentes situaciones, sin que en ningún momento quede claro de qué se trata ese objetivo. En ese sentido la decisión y el por qué que lleva al hombre de El tiempo entre nosotros a vivir en esa casa durante cinco días es un misterio al que el espectador se podrá acercar de diferentes maneras.
Toda la historia camina en dirección a ese objetivo temporal.
Al definir las tres unidades de acción dramática, Aristóteles comenzó con el tiempo. Después vienen el espacio y la acción.
En este sentido el tiempo entre nosotros propone estéticamente una propuesta conceptual en la que tiempo, espacio y acción tienen la misma valoración práctica y simbólica.
Toda acción o historia es un corte en el tiempo. Esta historia tiene dos tiempos: el narrativo y el expositivo.
El primero delimita el período en que la trama acontece. En este sentido el tiempo entre nosotros revisa este lapso poniendo en el mismo encuadre el tiempo narrativo y el expositivo, todo acontece en esos cinco días, en tiempo real. Siendo un juego de alteraciones la repetición del relato que genera dentro de el tiempo narrativo de la obra, una brecha para contar una historia que expone las preocupaciones, deseos y reflexiones del personaje explorando el objeto de deseo y los actos y consecuencias que lo condujeron a esa exploración.
En el momento de la construcción del relato la historia ya no es en tiempo real permitiendo así diferentes saltos temporales para contar el periplo que lo lleva al protagonista hasta el lugar en el que se encuentra, físico y emocional.
Continuando con la reflexión temporal de la obra, aparece otro signo determinado por la relación de los espectadores con el tiempo de la obra.
Si bien cada situación a la que el público es invitado a participar tiene su temporalidad previamente definida, el espectador a su vez tiene algo del control del tiempo expositivo; al decidir en cuáles y cuántas situaciones participa y de qué manera elige, en el lapso de 5 días, vincularse con la obra, toma un rol más cercano al de el lector que decide cuando comienza y termina un libro, más allá de la extensión natural (días/páginas) que la obra propone.
Este es uno de los aspectos centrales de esta performance, al alterar la relación tradicional del espectador con las obras.
La idea temporal de la obra también habilita un diálogo con aquello que no sabemos, que sugiere una construcción narrativa de atemporalidad. ¿De dónde viene este hombre que habita la casa? ¿Qué sucede con él después de los 5 días? ¿Adónde lo conduce esa transformación que la obra propone?
En este sentido esa temporalidad habilita un camino de la transformación del actor. Siendo el protagonista el mayor implicado en esa decisión de salir de su vida cotidiana durante 5 días y al revisar permanentemente esa decisión y sus preocupaciones que lo llevaron a la acción que a su vez genera una evolución dramática que irá modificando su percepción sobre el tiempo, su estado físico, su estado emocional, su entendimiento sobre lo que está haciendo, su memoria, su voz mental y sonora. Amplificando así las posibles variables que la obra intenta revisar y el potencial de esta experiencia que no se propone límites en su constante investigación.

El tiempo entre nosotros de Fernando Rubio, es la segunda parte de la trilogía Cuando éramos chicos, El tiempo entre nosotros, y Todo lo demás.
25 espectadores en diferentes secuencias estarán durante una hora o más (según la situación a la que asistan) junto al actor dentro de la casa.

Habrá 4 grupos por día que podrán estar durante una situación escénica.


El actor tendrá entonces 4 veces al día la repetición de la misma situación. Pero también tendrá una agenda variable entre actividades y descanso, salidas y espacios compartidos junto a espectadores o no. Como ser:
Comidas, ocio, caminatas por la periferia de la casa móvil; durante la proyección de películas que él mismo elija o durante las charlas sostenidas con algunos de los personajes antes mencionados.

Los espectadores serán alistados y se les pedirá algún tipo de información para que él actor pueda saber quiénes son las personas con las que estará. Se les hará algunas preguntas singulares y se les pedirá una fotografía. La idea es establecer un vínculo diferente entre ellos. Así mismo será publicado el calendario del hombre durante los cinco días y por ejemplo, si a las 19hs del día 4 proyecta la película La mamá y la puta de Jean Eustache, los espectadores pueden asistir al film junto a él. De esta manera tendremos más de un tipo de espectador de la performance.



El montaje de la performance contiene la investigación demográfica y el estudio de los comportamientos y teorización de las hipotésis y tesis que la obra plantea, buscando ampliar estos ejercicios a través de diferentes ciudades, lenguajes, idiosincrasias, estaciones, etc.
El registro documental y textual acompañará la obra con el objeto de generar una publicación a mediano plazo.

La obra indaga sobre nuestras costumbres y transformaciones a través de la acción de dejar el lugar acostumbrado para repensar nuestro vínculo con lo que nos rodea y habitar de una manera siempre cambiante los días, las horas, las relaciones, el espacio.
A su vez el objeto espacial, la casa, descentralizada de los lugares comunes de emplazamiento en las ciudades, reflexiona y pone en crisis el lugar físico y simbólico que habitamos.
La casa abierta es algo que no responde a una costumbre en casi ninguna de las culturas actuales, por ende la acción que determina el movimiento del objeto plantea el mismo diálogo crítico que el movimiento del hombre-actor de su lugar de comodidad.
El actor permanecerá en silencio muchas horas al día. En el espacio veremos algunas imágenes y también textos y unos pocos objetos. Escribirá permanentemente. Durante los cinco días el espacio se irá cubriendo de palabras por dentro y por fuera.
Una cama. Una pequeña mesa. Una radio. Un proyector.
El hombre cuenta una historia. Habla del tiempo en que decidió dejar el espacio al que siempre había pertenecido. Describirá los lugares que habitó. Memorias de espacio, de sensaciones. Mostrando los detalles más imperceptibles. Hablará de cómo fue creciendo y cambiando. De las decisiones tomadas y las dejadas de lado. De cómo en algún momento dejó de percibir su presencia y abandonó su lugar acostumbrado.












Historial de la obra

La obra se presentó en Buenos Aires, Argentina, en la Bienal de Performance Mayo de 2015.
En los festivales Santiago a Mil y Antofagasta a Mil de las respectivas ciudades de Chile. Enero de 2016.

-¿De qué se trata la obra? Simple descripción.

Desarmar las costumbres de un hombre y convertir ese gesto en obra. El tiempo entre nosotros, trata de un hombre que decide dejar el lugar acostumbrado para sentirse desconocido y decide habitar ese tiempo solitario y a la vez compartido con otros. Decide hacer de ese tiempo un hecho estético y singular buscando experienciar la ausencia y la relación con los desconocidos suponiendo que puede ser otro.

Una pequeña casa en algún lugar de la ciudad. Construída con fragmentos de madera de otras casas que ya no existen. Dentro un hombre de entre 40 y 50 años. 24hs durante 5 días. Los espectadores podrán visitar la casa y permanecer en diferentes situaciones.
Un relato que se repetirá 4 veces al día. Estarán programadas conversaciones a lo largo de los cinco días con: científicos, sociólogos, filósofos, historiadores, artistas. Los espectadores podrán participar de estos diálogos dentro del espacio.
El hombre estará conectado hacia el exterior a través de una radio.
Cada noche, antes de dormir, cuando ya nadie permanezca en el espacio el hombre utilizará este medio como una bitácora y podrá decidir si quiere poner la radio en funcionamiento en algún horario por fuera de lo planeado. Ej: hablar en el medio de la noche suponiendo que quizá alguien haya estado esperando encontrar su voz o la encuentre de casualidad.


-¿Cuál es el tema o poética que la atraviesa?

El tiempo en un laboratorio. Los cuerpos saliendo al cruce del cotidiano. Una nueva construcción. Entre todos. Cercanamente desconocidos e iguales. Las imágenes y el relato. Los sonidos y las horas. Nuestra presencia y el intento de recuperar la memoria de nuestras transformaciones. Si olvidar es parte de lo planeado, mostrar el movimiento es sólo un reconocimiento de lo que queda atrás. Una estela. Un conteo desesperado de algo que no pertenece a nosotros. Como el tiempo. Como nuestro paso sobre él. Como el deseo de buscar un lugar mejor donde estar y nunca saber si hicimos todo lo que podríamos haber hecho y entonces, quizá mirar, quizá construir algo diferente o simplemente estar, dejando que las preguntas sean, sin esperar demasiado.

Y en medio de ese tiempo compartido el objeto que nos reúne. Una casa. Objeto histórico de nuestra referencia de refugio, de encuentro, de soledad.
En palabras de Ilya Kabakov:
La casa es así un dispositivo de la memoria, evoca recuerdos, convoca entidades fantasmagóricas. También el inconsciente está poblado de fantasmas. No sólo los recuerdos, también las cosas que hemos olvidado están ‘almacenadas’ allí. El alma es una morada. Recordando las casas y las habitaciones aprendemos a mirar dentro de nosotros mismos.
-¿Qué tipo de interacción tiene con el público?
La obra tiene una interacción permanente con los espectadores a partir de la inclusión de los participantes en el espacio de acción como así también a partir de la posibilidad de visitar el espacio y las situaciones en diferentes oportunidades o seguir los relatos nocturnos del actor por radio día a día.
En este sentido la performance indaga sobre los diferentes roles posibles y temporales que un espectador puede tener. Invitándolo a tomar decisiones, haciendo del espectador un constructor activo de las posibles situaciones.
Alguien que ve un film el primer día y se acerca a la casa el segundo día para presencias un relato y más tarde asiste al diálogo con un intelectual y el tercer día camino a su trabajo pasa cerca de la casa y simplemente observa ese lugar, es un posible espectador ideal de esta performance. Alguien que conecta con toda la dimensión posible y en diferentes momentos.
-Se requieren instrucciones previas o juega con el factor sorpresa?
Se requieren algunas instrucciones previas con respecto a la dinámica del calendario de situaciones. Pero a su vez, algunos transeúntes pueden acercase circunstancialmente o simplemente observar, sin saber lo que está aconteciendo o preguntarse por qué una casa está emplazada en ese espacio donde nunca hubo una casa antes.
-¿Cuáles son sus vinculaciones con obras anteriores del artista?
Temáticas, conceptuales y espaciales.